Treinta y tantos

Cuando aún era una joven pura y sincera, era inimaginable ubicarme entre el 10% de indecisos ante una elección presidencial...La verdad es que hasta hace poco, la idea de una mujer, socialista, víctima de los Derechos Humanos era el perfil del candidato ( a ) perfecto...
Pero, gatopardismo mediante, todo cambia para seguir igual...
Michelle se convirtió en candidata e inmediatamente se desperfiló.
Quizá influya la rebeldía natural de recelar de todo aquello que se acerque al establishment.
Quizá oírla decir, perdida entre sus múltiples titubeos que Bush era democrático...
Quizá verla cada vez más ansiosa, cansada, transformada, más cerca del modo de hacer política triste, aburrido, insulzo de los hombres de la Concertación...
Y mire que hablo con algo de conocimiento de causa.
Mientras fui Dirigente Estudiantil Universitaria en los gloriosos años de vuelta a la democracia, conocí a Alberto Undurraga, Marcelo Díaz, Marcel Thezá, Marco Núñez, Fulvio Rossi y la verdad, en aquélla época, jóvenes, bello y llenos de hormonas ya eran una buena invitación al sueño ( fiel a la verdad, Fulvio siempre fue exquisito)
La candidatura de Bachelet, más parece hoy víctima de una macabro plan de la derecha para ganar la elección... ha bajado tanto en las encuestas que parece inminente la segunda vuelta y Piñera se prueba la banda presidencial para quedarse con el país entero.
Porque evidentemente a Michelle le ocultaron el alma, eso que resultaba tan cercano, cálido, casi entrañable, hoy se pierde entre tanta negociada oscura que debe haber entre los próceres institucionales.
En fin, iba a votar por Hirsch... él al menos puede gritar una chuchada en plena calle si quiere, total no va a ganar nada...,
Pero aún espero que vuelva esa mujer libre, separada, médico, que alguna vez fue torturada y aún así poseía una sonrisa franca y agradable...
Aún es tiempo, el país te espera de vuelta, Michelle.